La realidad virtual ha dejado de ser ese elemento futurista que aparecía en las películas de ciencia ficción para convertirse en una herramienta muy eficaz de marketing para las marcas. Y tras leer el reciente análisis que ha hecho EConsultancy sobre el potencial y los usos que tiene en marketing, aún estamos más convencidos de ello. Por eso hemos querido resumir en este artículo las diferentes líneas de actuación que las marcas pueden aprovechar con esta herramienta para obtener grandes beneficios.

Experiencias efímeras

Con la realidad virtual podemos ofrecer experiencias que no se pueden probar antes de comprar. Un claro ejemplo lo vemos en el turismo. Una marca no puede llevar a sus consumidores potenciales a las islas Phi Phi, por poner un ejemplo. Pero con una gafas virtuales pueden tener la sensación de estar allí durante unos minutos y así cautivar al consumidor y convencerle para que viva la experiencia real y en directo.

Prueba virtual de productos

A través de las realidad virtual también podemos crear experiencias de uso con productos. La idea es que los consumidores puedan probarlo para que conozcan sus posibilidades y tengan una experiencia previa a la compra. En este caso también se cumple una función didáctica porque permite enseñar cómo funciona un producto nuevo que se acabe lanzar en el mercado.

Punto de venta y aplicaciones en eventos

Otro uso interesante es crear una experiencia diferencial en el punto de venta. La idea es que la compra sea completamente diferente y atraiga al consumidor a la tienda. Y, por último, también se puede usar en eventos. En los que, a través de la realidad virtual, un patrocinador puede marcar la diferencia entre ser ese patrocinador que nadie ve a convertirse en ese al que todo mundo conoce.

En definitiva, a través de la realidad virtual podemos mejorar casi cualquier experiencia que conecte con el consumidor y convertirla en algo único e irrepetible.